viernes, 17 de enero de 2014

Amante Eledin Parraguez


Espejo de aguas

Crecí con sus aguas
                       al pie de mi cama.
Era su canto en mi oído
      una cuerda atada al sonido del alma.

Siempre cerca, corriendo
                      al lado de mi casa.
golpeando la puerta como amigo,
           creciendo en la misma corriente.

Tengo su acento en el rostro
                          su timbre de voz.
El agua que navega en mis ojos
   y el gesto de hundirme en la tierra.

Tengo el nombre del río en mi torrente,
       un espejo trisado donde aparece
el sol haciendo surcos, el agua
                            que busca las raíces.

Estoy despierto.
    El río me levanta junto a mi casa.
En voz baja su cauce me habla.
          Cruza mi puerta y me arrastra.

Todavía lo sigo,
             salto, subo, tropiezo;
voy pendiente en su hilo,
 recogiendo los sueños hundidos en su lecho.

Estoy vivo, con el mismo latido
               de mi infancia junto al río.
Me levanto con su paso lento
          permanezco en su turbia existencia.
Soy río que busca
     ciego entre brumas su destino:
Resiste el hilo de mis aguas
                 atado al ciclo de la vida.

Junto al río

Donde vivía cuando niño
        no tenía nombre.
Se llamaba orilla del río
    y tenía un rostro plomizo
duro como las piedras:
  sin mañana en la rueda de la pobreza
donde los hermanos heredan los zapatos
     y los golpes que reciben sus hermanos.

Eso era cuando mi madre
     soñaba en su jardín
y pintaba con su sangre cada flor.
     Todas tenían nombre
menos el lugar donde vivíamos.

Se llamaba población junto al río
        separados de los otros
detrás de sus portones.

No tenía sitio mi casa
    sólo un horizonte en la orilla del río.
El agua era el hilo que nos ataba.
   Serpenteaba nuestra vida
         sin rumbo en el torrente:
era mi infancia sin nombre junto al río.

De tus raíces

Hace tiempo salí de ti
          desde tu sonoro territorio
donde habita mi país.

Salí de tus raíces a tus remansos
       en los hilos que dejaste
para tejer árboles en tus orillas.

Sin alejarme de tus sueños salí al aire
     los llevo en mi oído
corren con tu frescura por mis huesos
       brotan como otros ríos desde mis manos.

Todavía la inocencia navega en nuestros cauces
      aunque la muerte haya teñido  nuestras aguas.
No matamos la esperanza, la libertad aletea.

No apagamos la noche ni la sangre
     pero en nuestros ojos pasaron los abismos.

(c) Amante Eledin Parraguez
Santiago de Chile

(poemas del libro A orillas del río Mapocho - enviados por Reinaldo E. Marchant, desde Santiago de Chile para publicar en el Suplemento de poesía 2014)

Amante Eledin Parraguez es un escritor chileno, poeta y profesor.

Estudió Pedagogía en la Universidad de Chile e hizo estudios de postgrado en la Universidad de Portland, EE.UU.
Sus primeros poemas quedaron registrados en un cuadernillo mimeografiado bajo el título “Mi Casa”
En Chile publicó sus primeros poemas en la Revista Contramuro, y tiene una destacada participación en la edición de la misma, colaborando con su diagramación y montaje. En 1980 publica su primer libro formal de poesía en Oregon, EEUU, titulado “Digo Mañana de Algún Modo”, obra que se re-edita en Santiago en 1992. A fines de los 80 publica su experiencia: Escritura y Literatura Infantil, El Pequeño Autor.
En 1991 comienzó a dirigir el Taller Literario del Centro Cultural la Barraca de La Florida. En esta instancia trabajó y editó la Revista de poesía “El Cohete”. En 1996 publica un libro de poesía dedicado a Peñalolén titulado, “Peñalolén, nacido de las profundidades”. En 1999 publica su libro de poesía “La canción extraña”. En julio de 2002, publica su novela “Tres años para nacer”. Obra que sirve de inspiración a la película chilena “Machuca” y que se re-edita a fines del 2004. En el año 2003 publica su cuarto libro de poesía titulado “El Único Lugar”. La mayor parte de su obra poética está inédita y en 2006 “Incierta travesía” En la actualidad dirige el taller literario del Centro Cultural “La Barraca” en la comuna de La Florida. Es Director de la Sociedad de Escritores de Peñalolén y se desempeña como docente en el Saint George’s College de Santiago.
Publicó el libro de poemas A orillas del río Mapocho a fines de 2013.

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